Bien se acabaron las vacaciones y ya estamos de vuelta, al final entre unas cosas y otras y una escapadita a Portugal a un Hotel – Spa que era una monada en la “Serra do Gerés” no estuvimos en Coruña ni tres semanas. Es por ello que pido disculpas a mis amigas a las que no he podido ver, por falta de tiempo, principalmente. Sobre todo a Bebi y Montse, la otra Montse, ir a cenar con Anita….Pero la verdad ha sido una locura, con eso de que volvemos a Coruña en Enero he hecho un montón de cosas en casa y como Alex se quedó allí a estudiar segundo de Bachillerato, entre el uniforme, convalidarle los estudios y matricularlo anduve de cabeza.
Llegamos a Shanghai y este fin de semana ha sido bastante relajado, recuperarnos del jet lag, pues Iago empieza mañana el cole y como todavía hace bastante calor, no bajamos de los 30 grados (viva el verano gallego, aunque no sea verano), nos lo hemos tomado con bastante calma.
Lo primero al llegar, fue ponerme al día con las noticias de la prensa local, tanto lo de estos días como lo anterior. Y aparte de un tifón que trajo a todo el mundo de cabeza, ninguna noticia demasiado interesante salvo una que ha supuesto una gran humillación para la sanidad china en el mundo, seguro que ya lo habréis leído, porque salió publicada en todo el mundo.
MÉDICOS CONVERTIDOS EN MÁQUINAS REGISTRADORAS
El pasado 5 de agosto, un médico de un hospital de Wuhan le quitó los puntos que le había cosido a su paciente hacía tan sólo unos minutos. ¿El motivo? Que no llevaba consigo el dinero suficiente para pagar la operación. Según cuenta la revista新世纪周刊, la enfermera se acercó al paciente y le dijo: “O nos pagas, o te quitamos los puntos!”. Y dicho y hecho.
Inicialmente, el doctor había cosido la herida que el paciente, un inmigrante del campo de 20 años llamado Xiao Zeng, se había hecho en el dedo pulgar al lavar platos cuando trabajaba en un restaurante. La operación había durado 50 minutos y tras ella los médicos presentaron al intervenido una factura por valor de 1.830 yuanes (unos 197 euros).
Xiao Zeng no tenía dinero, y el compañero que le había llevado a urgencias, sólo llevaba encima 1.000 yuanes, por lo que el doctor no se lo pensó dos veces y deshizo la sutura. Normalmente las atenciones sanitarias en China se pagan por adelantado, aunque en casos de emergencia la cuenta puede hacerse después.
Pese a que la sanidad no es gratuita en el país, el caso de Xiao Zeng ha llamado la atención a los medios chinos y ha causado polémica en el centro sanitario donde ha ocurrido, en el que el médico, apellidado He, ha sido suspendido temporalmente de su empleo.
Con la llegada de la reforma y la apertura de Deng Xiaoping, en los años 80, el sistema sanitario chino dejó de ser universal y gratuito y comenzó a ser de pago, si bien algunos colectivos, como los funcionarios, todavía tienen algún tipo de seguro médico.
Vivir para ver, está claro que he vuelto.
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