martes, 8 de marzo de 2011

SHOPPING

Aunque tan solo fuese por contemplar el espectáculo de una de las calles más atestadas de gente del mundo, con un millón de visitantes al día, ya merecería la pena venir a la calle Nanjing Road, en Shanghai.
A principios del siglo 20, ocho grandes centros comerciales se establecieron a lo largo de la calle, junto con tiendas pequeñas, y es desde entonces, la calle más comercial de China. Mide 6 kilómetros y es todo un espectáculo al anochecer cuando se encienden sus cientos de carteles de neón.
Además de tiendas de lujo, joyerías, zapaterías, tiendas de deporte, marcas de moda, seda y electrónica, existen también áreas públicas donde se realizan eventos culturales y exponen diferentes artistas.
Otra calle de iguales características es Huaihai Lu, pero mucho más moderna y donde están todas las tiendas de ropa conocidas.
Si lo que te gusta es lo folclórico, la zona que rodea los jardines Yuyuan es un laberinto de calles llenas de tiendas de antigüedades, la seda, el té, la porcelana….. Existe desde la dinastía Ming, en el siglo XVI. A mi esta zona me encanta.

Y luego están por supuesto, los mercados, donde se vende de todo falsificado. Están repartidos por toda la ciudad y los hay de tres tipos: los de la electrónica (móviles, cámaras, ordenadores, ipad, ipod,…todo falso) los llamados Fake market de ropa, zapatos, bolsos….etc y los Fabric market, donde tienen miles de telas de todas las calidades y te hacen lo que quieras a medida, ya sea copiado o no. Tienen, por ejemplo, muchos modelos de chaquetas Chanel, te hacen la que quieras y por si fuera poco, le cosen la etiqueta.
(FOTO: Cártel a la entrada de los mercados de las copias falsas, dónde te informan de que allí no venden originales de las marcas citadas. Lo que te indica que has llegado al sitio adecuado)

En este último (fabric market), Alejandro y mi hijo el mayor se han hecho un traje y tres camisas cada uno, con buenas telas y pagamos 50 euros por traje y 10 por cada camisa.
Dentro de los mercados también entrarían el de las perlas y el de Qi pu, que es una calle llena de edificios del tipo Corte Inglés y a su vez llena de tiendas que venden ropa al por mayor, es decir, casi todas las tiendas de ropa de Shangai
compran allí las prendas y luego les cosen sus etiquetas (las tiendas que no son de marcas). Allí le compré los pantalones del colegio a mi hijo el mayor, y muy bien, son pantalones normales negros sin ninguna etiqueta por 8 euros.
Los mercados de perlas tampoco tienen falsificaciones, son perlas normales de todos los tamaños y colores, que normalmente venden por hilos y te las montan como quieras. Si es un collar eliges las perlas, el tamaño y el cierre y te lo hacen en 10 minutos. Si no, puedes comprar uno de sus diseños.

Y las perlas es algo realmente barato, yo me compré un collar de cuatro vueltas y cuando la chinita puso el precio en la calculadora, yo pensé que ya lo ponía en euros, pues eran 270 de precio inicial, pero no eran euros, sino yuanes, es decir, ella pedía inicialmente 27 euros. Al final pagamos 130 yuanes por el collar y dos broches, uno de perlas blancas y otro de perlas negras, total 13 euros!! Porque ¿Qué tienen en común Cherie Blair, Farah Diva o Ana Botella? Como mínimo que todas tienen un collar de Amy, una vendedora de perlas, que tiene tres tiendas en Shanghái, y se ha convertido en la proveedora de las celebridades.

Y en todos funciona la mímica y el regateo a lo bestia. Ellos van armados con una calculadora donde te ponen el precio que piden, tú te escandalizas y ofreces como mucho, la cuarta parte y luego es todo un tira y afloja hasta conseguir pagar no más de la tercera parte.
De todas formas, como en todo, hay distintas calidades. No es lo mismo que una marca que les encarga 1000 unidades de una camiseta y ellos muy listos fabrican 2000, colocando esas otras de más en los mercados, que cojan una camiseta cualquiera y le planten el logo haciéndola pasar por auténtica. Ellos lo saben y en las prendas de calidad la rebaja no es tan grande.
Y con los bolsos ocurre lo mismo, los hay malos y otros imposibles de distinguir del original. Yo me compré un Chanel (entre otros, claro) que hasta trae el certificado de autenticidad, lo cual ya es pitorreo, pero la copia es perfecta.

Otra forma de comprar es por la calle, en las zonas turísticas te ofrecen de todo, bolsos, carteras, relojes….a veces están en los alrededores de los mercados y según lo que quieras te guían hasta los puestos donde tienen lo que quieres y si compras les dan una comisión. Y otras, o bien lo llevan encima, si son cosas pequeñas como relojes, plumas, monederos…., o te llevan a portales y a una especie de zulos que tienen por todos lados y dónde tienen la mercancía, igual que se hace en Chinatown en Nueva York. Es superseguro, aunque no lo parezca, lo peor es que son un poco pesados. Éstos a los occidentales, no nos ven como a personas, sino como a carteras rebosantes de dinero con patas.

Es increíble que a pocos metros de las grandes tiendas de Gucci o Louis Vuitton se vendan las réplicas chinas, puedes comprar un modelo de bolso de temporada de Tod's por 30 euros, idéntico. Y los zapatos son imposibles de distinguir. Porque aquí los originales de las grandes marcas son, normalmente, más caras que en Europa, por la cantidad de impuestos que tienen aquí las importaciones.
La ropa la suelen tener expuesta, pero con los bolsos, normalmente te enseñan un catálogo de la marca que quieres y te dan a elegir, y si el que eliges no lo tienen ellos, te lo traen de otro puesto. Eso es lo bueno de este país, si existe, ellos te lo consiguen, no se hacen la pascua unos a otros, tu primero compras, y luego ya se arreglarán entre ellos. Y si les inspiras confianza, te meten en trastiendas ocultas, con la mercancía buena.
Y son unos linces para detectar la nacionalidad, vas caminando sin decir nada y te sueltan “amico, amico, mira aquí” para que entres a su puesto. También consigues mejores precios si vives aquí, que si estás de paso, si eres turista no vas a volver a reclamar si la cosa no sale buena. Y te recuerdan cuando vuelves, te saludan con verdadero entusiasmo.
Yo reconozco que soy muy mala negociadora, para eso hay que valer, Alejandro es mucho mejor que yo, es inflexible y como es tan serio, ni se inmuta. A mi llega un momento que me dan pena y bajo la guardia. Como os podéis imaginar, a mí ni me deja acercarme a la calculadora.
Y están tambien las tiendas de chinos, en las que ellos compran y con precios de escándalo, hasta tienen tiendas como las nuestras de todo a.... 2 yuanes (0,20 euros)

Hay otras zonas muy originales como Xintiandi, una antigua zona residencial de europeos de principios del siglo XX, totalmente rehabilitada, llena de restaurantes, tiendas de arte y diseño y pequeñas tiendas de moda, o bien, Tianzifang, que se conoce como la calle artística de Shanghái, un laberinto de estrechas calles con casas de estilo tradicional (Shikumen) con gran cantidad de galerías de arte, pequeños cafés y restaurantes de comida Thai y Japonesa donde pasar una tarde o una mañana muy entretenida. (FOTO: Una de las calles de Tianzifang)
Conclusión, el shopping en Shanghái es algo obligado y además te lo pasas bomba.



FOTOS: El Fabric marquet

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