sábado, 12 de marzo de 2011

SHOPPING MARUJIL

Este post también va de compras, pero no se me alteren son las de otro tipo, con mucho menos glamour, es decir las de la intendencia de mi casa, las que tod@s, marujas o no, hacemos para el buen funcionamiento de nuestra casa, es decir, las compras en el súper y demás relacionadas con el bienestar familiar.
(FOTO: algodón de azúcar)

Ese tipo de compras, sobre todo las de súper, aquí son iguales que en todos lados, sino fuera por el pequeño inconveniente del idioma, lo que, por ejemplo, puede hacer que en lugar de llegar a tu casa con una botella de detergente, en realidad se trate de lejía y no te enteres hasta que sacas la ropa de la lavadora.
La barrera del idioma hace prácticamente imposible que pueda comprar en sitios en los que no hay autoservicio, es decir, las tiendas de toda la vida, porque aunque con la mímica me defiendo bastante bien, tengo claro que esta gente nunca en su vida ha jugado a las películas.
Pero tratándose de una gran ciudad, siempre existe un súper que te resuelve la papeleta. Los primeros días de mis andanzas por aquí ya os conté algo de mis primeras incursiones en el mercado alimentario. Cómo, empujando el carrito en el Carrefour, recorría pasillos y pasillos sin saber lo que allí se vendía, ni siquiera si era comestible o no, y llegaba al final del súper y apenas si había metido cuatro o cinco cosas en el carro. (FOTO: una frutería de la calle)

Ahora que ya voy espabilando un poco, la cosa ya ha mejorado bastante, ya distingo perfectamente unos pasillos de otros y sé con bastante seguridad lo que se vende en la mayoría de ellos. Bien es cierto, que muchas cosas tienen la traducción al inglés (en letra ínfima, pero la tienen) y hasta yo me sorprendo de lo mucho que ha mejorado mi nivel de inglés. Hay que ver lo que hace la necesidad, después de vivir en la Gran Bretaña, mira dónde me espabilo con el inglés. Además el descubrir los pasillos de los alimentos importados facilita mucho las cosas. En éstos hay muchas marcas conocidas de pastas, salsas, galletas, aceites (el de oliva a 16 euros el litro), cafés …..
Lácteos hay pocos, pero como desayunamos en la cafetería del complejo, tampoco consumimos tantos en casa, y con tener algo de leche y algún yogurt en casa, ya nos llega.
Lo bueno llega en los alimentos frescos, la frutería es algo espectacular, tienen todas las frutas del mundo y muy buenas, da igual si es temporada o no, hay melones, sandías, naranjas, fresas, cerezas, mangos, piñas, etc... Y otras que no conocíamos como la fruta “fuego de dragón”, de pinta rara y que está muy buena. (En la foto)

Ya habíais visto la foto de la manzana, mejor dicho de uno de los tipos de manzanas que hay. Con las verduras y hortalizas pasa lo mismo, hay de todo y a buen precio, excepto patatas, si las hay, pero tan caras que vienen empaquetadas de tres en tres.
Además de la frutería de los super, en las fruterías pequeñas que ves por la calle ocurre lo mismo, lo tienen todo perfectamente presentado y con mucha variedad.
Las charcutería también está bien, no tiene lo mismo que nosotros pero están bastante surtidas, no tienen cosas como chorizo, pero si salami, y si hay bastantes tipos de jamón cocido. Tengo una cerquita de casa que tiene además varios tipos de quesos, ninguno español, pero si los típicos franceses y holandeses e incluso tienen jamón de jabugo, a precio de caviar, pero jamón.
Y cuando llegas a la carnicería, lo normal es que tengan toda la carne ya empaquetada, y hay de todo, cerdo, ternera (casi toda australiana), pollo (troceado y en cadáver, lo digo por lo de la cabeza y las patas.

Si te lo ponen así en los restaurantes, aquí no iban a ser menos) y lo mismo con el pato (también en cadáver).
Pero en Carrefour hay una cosa muy curiosa en la carnicería, hay un saldo de carne, es decir, hay un expositor lleno hasta los topes de carne sin empaquetar, donde la gente elige el trozo que más le gusta, revuelven por allí hasta encontrar el que quieren y se lo llevan. Es lo mismo que la “oferta del día”, que pone el corte inglés, un batiburrillo de carne en lugar de ropa. (Foto superior) Ya he conseguido hacer la foto, por fin he podido pasar por allí sin tener demasiadas arcadas (ya os había dicho que soy Doña Remilgos).

También es muy curiosa la pescadería, aparte del pescado normal sobre el hielo que tienen todas, hay montones de peceras donde venden el pescado vivo, y no sólo en el Carrefour, también en las pescaderías de la calle, donde lo tienen en bañeras de plástico. Y no sólo pescados, sino también ranas, tortugas, y mucho marisco, tienen la mayor variedad de almejas que he visto en mi vida.

Y hay mucho cangrejo similar a nuestra nécora, pero deben de tener muy mala uva o ser expertos en escapismo porque todos están atados con cuerdas. (FOTO: tortugas)



Y hay infinidad de panaderías con muchísimas variedades de pan, lo que es muy curioso porque en ningún restaurante, salvo españoles o italianos, te sirven pan y la bollería es la más variada que he .visto en mi vida, con todo tipo de rellenos dulces y salados.


Además el sistema de venta es muy original, es autoservicio, a la entrada hay un estante con bandejas, pinzas y mantelitos de papel para cubrir la bandeja, luego te paseas por los expositores y coges los bollos que quieras, que están protegidos por puertas de metacrilato, algo parecido a las tiendas de chuches, luego vas a la caja, te los empaquetan, los pagas y te los llevas. Y los pasteles son una pasada, hacen auténticas maravillas. (FOTO: Mochis, postre japonés de pasta de arroz rellena)

No hay comentarios:

Publicar un comentario