domingo, 11 de septiembre de 2011

OSTENTACIÓN SIN LÍMITE

Acabo de llegar a casa y vengo con los ojos como platos, nunca en mi vida había visto una cosa igual.

Os cuento, hoy Alejandro se ha ido por la mañana de viaje a Miami (USA) donde tiene reunión toda la semana. Así que al estar Iago y yo solos he decidido cumplirle el capricho de ir a comer una hamburguesa en un restaurante cerquita de casa.

Al volver a casa y cruzar una calle yo iba más pendiente del tráfico que de otra cosa, ya que aquí el hecho de estar en verde el semáforo, no quiere decir ausencia de coches, sino todo lo contrario, es cuando más pendiente hay que estar del tráfico al cruzar, pues ya os había comentado alguna vez que aquí los coches no frenan, el que ha de parar es el peatón, ellos como mucho te esquivan.

Como os decía, yo iba pendiente del tráfico, en general, pero Iago, como siempre, va más pendiente de los coches (tema que le apasiona, y en una ciudad como esta siempre lleva el radar conectado) y casi le da un síncope cuando vemos que se dirigen a nosotros, en fila india, unos ocho Lamborghinis de diversos colores (negro, amarillo, naranja...) Seguidos de unos treinta Rolls-Royce, con un par de Maybach por el medio (según Iago son mejor que los Rolls) y cerrando la comitiva dos Bentley descapotables. Eso si, todos absolutamente todos, adornados con flores, claramente de boda y en lugar de una matrícula normal, un cartel que decía “Just married”.


Por supuesto se dirigían al hotel Shangri-La, el mismo del buffet del otro día, donde vimos el Bugatti Veyron. Y menudo jaleo de tráfico que montaron, porque los Rolls-Royce no daban bien la vuelta y en el garaje del hotel no cabían todos. Ahí nos dimos cuenta que los Bentley que cerraban el séquito eran dónde iban los fotógrafos y no invitados.

Al llegar a casa lo primero que he hecho es mirar en el ordenador el significado exacto de la palabra “elegancia” y una de sus acepciones es según el diccionario: “Buen gusto, estilo, mesura” y según Wikipedia: “La elegancia es el atributo de ser excepcionalmente eficaz y sencillo”.

Mesura, sencillez,…esta gente no puede ser más hortera. Y menuda ostentación absolutamente innecesaria, en cualquier sitio del mundo y más en un país donde la gran mayoría no vive, sobrevive con un mísero sueldo trabajando más de catorce horas al día. Además como mañana es festivo nacional (Festival del Medio Otoño) desde ayer, hay mucha gente que no trabaja y tiene estos tres días libres, por eso la calle estaba atestada de gente, eso sí, ojiplática.

Claro que tener clase no significa llevar diamantes, sino cómo llevar diamantes y esta gente no tiene clase ninguna, los chóferes iban en mangas de camisa y alguno en vaqueros. Y digo yo, que si te vas a pasear en un Rolls, el chófer ha de parecer un profesional, y no digo que lleve librea, al más puro estilo british, pero si al menos un traje.

En algún sitio leí, que hay muchos chinos millonarios a los que no se les nota, porque no hacen ningún tipo de ostentación, ni muestran su riqueza. Por la cuenta que les trae, esto no deja de ser un país comunista y en cualquier momento sacan una ley de la manga y tus millones pasan al erario público para la construcción de escuelas, o vete tú a saber. Pero a estos de hoy, hasta un cartel luminoso les sobraba.

Eso sí, no llegué a ver a la novia, a saber qué cantidad de volantes y pedrería llevaría encima y sobre todo, cómo iría calzada…



Este blanco, a continuación era el de los fotógrafos:




Este que sigue, según Iago es una pasada (yo ni idea, a mi me sacas de Ferrari y nada):


Al fondo podeis ver a los chóferes en camisa:


Este Maybach debía ser el de los novios, por las flores, diferentes y más ostentosas:


Hasta los camareros, que en este hotel habrán visto de todo, estaban en las ventanas viendo el espectáculo (ojipláticos, como todo el mundo):

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