viernes, 30 de septiembre de 2011

SE ACABÓ EL DEPORTE

No sé si sabéis que el pasado mes de Julio se celebraron en Shanghái, los mundiales de natación, pues me acabo de enterar de que las autoridades sanitarias de Shanghái recomendaban a todos los atletas participantes, no comer fuera de los sitios autorizados, o sea, no hacerlo en restaurante alguno de Shanghái -¡y aún menos los callejeros!-, ante las altísimas probabilidades que tendrían de contaminarse con clembuterol (parece ser que aquí se inyecta esa sustancia a todo bicho viviente, corra, nade o vuele que sea susceptible de ser engullido).

La sustancia en cuestión, es un elemento dopante que funciona como dilatador de las vías respiratorias, creando así mayor capacidad pulmonar y resistencia. Los chinos se lo dan a sus animales con la pretensión, seguro que cargada de buenas intenciones, de aumentarles su masa muscular y hacerles desaparecer grasas. Que digo yo que menuda chorrada, si ellos los venden al peso, cuanto más fondones mejor, a no ser claro que pretendan presentarlos a un concurso de Mister Pollo, o Miss Vaca…del tipo de certamen como los que ganaba Arnold Schwarzenegger, pero de animales.

Lo que no sé si creerlo, porque después de 9 meses en Shanghái, y si bien yo no como mucho bicho, mi familia si lo hace y francamente ninguno se parece ni remotamente a Schwarzenegger (en el físico, claro, el coco siempre lo tuvieron bien) ni les he notado el más mínimo síntoma.

Según la Agencia Mundial Antidopaje de Colonia (Alemania) concluyó que 22 de 28 personas estudiadas después de viajar a China dieron positivo en las pruebas antidopaje. Claro que vete tú a saber si fue el mismo laboratorio que analizó los pepinos españoles, porque de ser cierto hablaríamos de un país entero dopado, y no un país pequeño, precisamente. Donde además de engordar artificialmente, al aumentar la capacidad pulmonar, respiramos cada vez más sustancias tóxicas procedentes de las fábricas que constituyen el cinturón de cualquier ciudad china.

Parece ser , que a pesar de ser el país que más pegas pone a la importación de productos extranjeros, los chinos han permitido a la nación que lo desee, traer su propia carne ante la que se les podría venir encima: un campeonato mundial de natación suspendido porque dio positivo hasta la plantilla de jueces al completo.

No sé si todo esto será verdad o no, desde luego que los deportistas chinos no han dado positivo, pero a saber si desde niños los tienen a dieta especial con carnes de la Pampa Argentina...

Lo que sí tengo claro, es que este año en China nos devuelve totalmente biónicos, a saber, aparte de metales pesados por lavarnos los dientes con agua excesivamente tratada –además de cocinar y lavar verduras- y los pulmones repletos de todo tipo de impurezas, unas buenas dosis de clembuterol , por no hablar de las sandías explosivas del pasado mes de Mayo, cuando unos agricultores de la ciudad de Danyang, en la provincia de Jiangsui rociaron las sandías con forclorfenurón (un acelerador de crecimiento), y cuya consecuencia fue que aparecieron todas reventadas en 46 hectáreas de cultivo. Nos vamos a convertir en la familia de Los Increibles, aquellos de la película, pero sin poder dedicarnos a ningún deporte de competición, por aquello del doping, claro.

Y se ha visto que en todos lados "cuecen habas", porque ahora resulta que en USA si te tomas un melón la puedes palmar de listeriosis. Y eso tratándose del pais más desarrollado del mundo, por no hablar de lo de Alemania, que si pepinos (encima los españoles, no se les ocurre acusar a los pepinos de Renania, o Baden Baden), que si coliflores...



No hay comentarios:

Publicar un comentario