martes, 7 de junio de 2011

ZARA

China, el país que reina en el mundo de las falsificaciones y cuyos productos no paran de sufrir denuncias por su baja calidad en medio mundo, ha declarado la guerra a Zara.
La Asociación de consumidores de Pekín, en siglas BCA (vamos, la OCU española a lo chino) ha denunciado a la firma, entre otras marcas conocidas, de no superar los test de calidad realizados a sus prendas. Suspendió en tres categorías, el peor resultado de entre todas las marcas investigadas. Es también la única marca en suspender tres test de calidad consecutivos.

La composición del tejido de unos pantalones de Zara fabricados en Marruecos no coincidía con la información de la etiqueta, donde se declaraba un 75 por ciento de algodón, un 20 por ciento de lana y un 5 por ciento de terylene, cuando en realidad era de un 68 por ciento de algodón, un 10 por ciento de lana y un 21 por ciento de otros materiales que podían causar alergias.

Dos abrigos de Zara ya suspendieron test de calidad en 2009 y 2010; su contenido real de plumas era menor (en un 9,1 y un 18,5 por ciento respectivamente) de lo declarado en las etiquetas.

El problema viene de que después de mandar los resultados de los test a la oficina central de Zara en Shanghái, la BCA no había recibido ninguna respuesta. La asociación de consumidores pide una disculpa pública por parte de la empresa y la retirada de los productos con problemas. Porque otras marcas extranjeras también cuestionadas, como Hush Puppies, han reaccionado inmediatamente.

La BCA ha criticado duramente a Zara por no prestarse al diálogo para resolver los problemas detectados al investigar sobre la composición de algunas prendas vendidas en China. Dicen que esta es la primera vez que se encuentra con una empresa extranjera establecida en China que no está abierta al diálogo para corregir problemas, despreciando así el interés de los consumidores chinos, según un comunicado emitido por televisión.

Debido a esta actitud arrogante, la asociación ha hecho llegar los resultados a la Administración para la Industria y el Comercio de Beijing, que planea multar a Zara con unos 780.000 yuanes (119.421 dólares) por deficiente control de calidad.
Esta guerra le puede salir muy cara a Zara, que abrió 75 tiendas en China el año pasado y planea abrir 120 más este año. La compañía planea expandirse de la treintena de ciudades actuales a las 42 ciudades.

Teniendo en cuenta que el volumen de la industria de manufacturación China es la segunda a nivel internacional, los chinos quizá más que nadie, tienen derecho a quejarse ya que saben de lo que hablan de primerísima mano, hartos como están de no pasar los estándares de calidad en países de medio mundo.


Supongo que todo esto será cierto, que no le hayan hecho los test de calidad a las falsificaciones de Zara que hay en el Fake Market, porque no se conforman con copiar prendas un poco llamativas, sino que, lo copian todo, mirar sino la foto del jersey, es corriente y moliente, pero con la etiqueta de Zara. Claro que en Zara no se quedan a la zaga, mirar sino la foto de la comparación de la publicidad de Zara con la firma Balmain, el modelo rubio posa para Balmain, el moreno para Zara.
La polémica está servida.

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