Se acabó, rematou, finished, finito, finis, 只是, …el jueves terminó la celebración del Año Nuevo, con la Fiesta de las Linternas.
No os podéis ni imaginar la ingente cantidad de cohetes, fuegos artificiales, tracas y demás artefactos pirotécnicos que esta gente ha hecho explotar en los últimos 15 días. Si tratan de ahuyentar a los malos espíritus, pueden estar tranquilos, por aquí no aparece ni el tato.
Nunca he ido a Valencia por las fallas, y siempre me apeteció ir, pero gracias a los chinos ya me hago una idea. Y me imagino que allí, como en el resto de España el tema de los fuegos artificiales lo llevan los profesionales, es decir, el ayuntamiento, o el barrio, o incluso la comunidad de vecinos de turno contrata a un artificiero profesional que se encarga del petardeo, y cigarro en mano va encendiendo las mechas de los fuegos y demás artilugios, mientras todo el mundo suelta esos Ahhhh!! y Ohhhh!!, tan característicos.
Aunque supongo que el tema de las tracas y petardos ya será otro cantar, y cualquiera tiene acceso a ellos.
Aquí no hay cantar que valga, aquí cualquier mindundi compra lo que le viene en gana, ya sean fuegos, tracas o petardos y los hace explotar a cualquier hora del día, o mejor, de la noche.
Vas por la calle tan tranquilo y de repente, zas!, traca al canto y en tus mismas narices, que no mueres de un infarto de milagro. Y cuando recuperas la presencia de ánimo maldices todo lo que se menea, empezando por mentarle a su madre.
Pero por la noche…aquí hasta los gatos llevan cerillas encima, ha habido noches de ver, desde las ventanas de casa, entre 30 y 40 fuegos artificiales en sitios diferentes, y hablo de los que se ven, porque también están los que no se ven desde casa, pero se escuchan. Y no durante cinco minutos, no, de veinte minutos para arriba cada uno.
Además siempre creí que los fuegos artificiales eran muy caros, pues muchas veces en el periódico aparecen los gastos de ayuntamientos en las fiestas y el tema de los fuegos no es barato. Aquí los deben regalar con el arroz, porque los fuegos que explotaron los porteros en la urbanización de enfrente a la nuestra, perfectamente se podían comparar con los de las fiestas del mes de Agosto de cualquier pueblo en España y no creo que el sueldo de un portero, aquí en China, sea para soltar cohetes (pues si lo es, mira tú por donde).
Y para prevenir posibles daños dentro de la urbanización, los tíos toman la calle por asalto, con tráfico y todo, ellos colocan sus cajas de explosivos en medio de la calle, encienden la mecha y los coches que por allí pasan se apartan y circulan por el carril contrario, total es fiesta….Desde la ventana de la cocina los veía a unos 20 metros, imaginaos asomaros a la ventana de casa y el vecino de enfrente disparando fuegos artificiales, a diestro y siniestro, en plena calle, y ni descampado, ni distancia de seguridad, ni nada.
Esa noche parecía una guerra. Estaban por todos lados, hasta llegué a pensar si no serían los japoneses los que les regalan los fuegos y así, si deciden invadir otra vez este país, nadie mueve el culo del sofá pues pensarán que alguien está celebrando su cumpleaños.Aunque hay que reconocer, que lo tienen muy bien montado, la diferencia es que aquí no hace falta ir encendiendo los fuegos uno a uno, vienen en unas cajas rojas de unos 40x40 cm con la mecha por fuera, y se pueden unir unas a otras, las colocan en semicírculo, encienden una mecha y ya está, diversión asegurada. Pero con todo, no deja de ser material superpeligroso e inestable.
Eso es algo que sorprende bastante, la falta de seguridad. Íbamos un día Alejandro y yo a la compra en Carrefour (si aquí también hay) y fuera había una especie de kiosco muy iluminado atestado de gente, pensamos si sería una tómbola como las de las ferias, y al acercarnos vemos que es un kiosco en el que vendían artículos de pirotecnia, y parecía que los regalaban. Si llega a estallar alguno, ocurre una desgracia.Y el día 17, la noche de la primera luna llena después del Año Nuevo chino, que se corresponde con el día quince del primer mes lunar, tuvo lugar la Fiesta de Las Linternas (Yuan Xiao Jie). Se celebra desde la dinastía Han (unos 2.000 años). Una fiesta llena de fuegos artificiales, y miles de faroles rojos iluminando las calles.
Familias enteras pasean por las calles, desde el atardecer hasta la noche. Y como este es el año del conejo, miles y miles de personas se ponen orejas de conejo en la cabeza, de esas que tienen luces. Lo que daría por verlas el año del buey, pues todo el mundo llevaba cuernos.
Pienso que como inventaron la pólvora, les gusta presumir de ello todo el tiempo. Y que conste que me encantan los fuegos artificiales, pero ya no me sorprenden.
(FOTOS: Todas excepto la primera, y la última que son de la fiesta de las Linternas en Yuyuan, son hechas desde mi casa, pero sin necesidad de asomarme a la ventana, incluso alguna, la hice sin tener que levantarme del sofá).
No hay comentarios:
Publicar un comentario